Mundo Du

Cuentos breves, relatos sorprendentes

Menú

Mundo Du es una publicación dedicada a los cuentos breves, al relato sorprendente, al microcuento. Un sitio donde pasar un buen rato leyendo.

Aquí encontrarás microcuentos, relatos surrealistas, absurdos, algún que otro crimen y más, mucho más. Confiamos en poder arrancarte una sonrisa.

Los autores no se hacen responsables de los actos y opiniones de sus personajes. Esto es ficción, puro cuento.

Te invitamos a participar en Mundo Du añadiendo tus comentarios. Si te gustaría publicar aquí alguno de tus escritos, por favor, ponte en contacto con nosotros.

Esta semana destacamos

Dieciséis enanos y medio

En Maracaibo vivían dieciséis enanos y un medio enano. Todos eran hermanos y el medio enano era el hermano de al medio. También hay que decir que eran sus medio hermanos pues solo compartían el padre, claro que lo compartía solo con la mitad pues los otros ocho querían mas a su madre que a su padre, al que no le perdonaban haberla engañado.

Los ocho ignoraban que era un engaño a medias, es decir, su madre también había engañado a su padre, de hecho esos ocho eran hijos de otro enano. Lo que nos deja con el hecho de que los ocho y los ocho son solo medio hermanos.

Si un día descubrieran toda la verdad, se sentirían desilusionados, pero solo a medias, claro.

  • Publicado el

Últimos cuentos publicados

Fuego

Él le abordó por la calle y le pidió fuego. Al instante quedó prendado de sus ojos rubios, de su sonrisa carnosa, de su voz grave y redonda. Pero no fumaba y no tenía fuego. Lleva ya seis años fumando y recorriendo la misma manzana, en el sentido de las agujas del reloj y en el contrario, sin parar ni a mear por si acaso. No se lo ha vuelto a cruzar. Tose crocanti, chaston rajado, se enciende otro cigarro y vuelve a girar la esquina. Ya sabes, nunca se sabe.

  • Publicado el

Las hormiguitas

¿Y si un día caminando por la calle las hormiguitas que siempre van tras de mí te consiguieran de repente husmeando en mi pasado? Ellas seguramente se molestarían, y utilizando su poder de derretir a las personas con barba, te dejarían reducido a cenizas. Pero éstas, claro, son sólo suposiciones, porque ni a mí me siguen hormigas ni tú tienes barba.

  • Publicado el

La tarta

Busca mayonesa, queso manchego y pimienta, le dijo a su mujer, quien miró a los médicos y enfermeras como buscando una respuesta que le hiciera oler menos tragedia a su alrededor.

Conectado a unos cinco equipos médicos, en medio de la sala de cuidados intensivos, el hombre balbuceaba recetas de cocina sin saber que el concurso no era culinario. Al salir, el médico le dijo a la mujer: Está mejor. Lo vio, ¿habló con él? Y ella, dibujando una sonrisa que no disimulaba su terror, respondió: Sí, me mandó a buscar ingredientes para una tarta de queso.

Rieron. Él con convencimiento. Ella vacilante.

Pero cuando el doctor dio media vuelta, la mujer corrió tras un supermercado.

Regresó triste. Era 25 de diciembre y todo el comercio de la zona permanecía cerrado. Esa noche no habría tarta. Tal vez después.

  • Publicado el

Trascendencia

Fue por casualidad que descubrió el verdadero alcance de su poder. Esa mañana, cansado ya de crear para otros tanto mundo fantástico —con extravagantes personajes que al final terminaba odiando por inconsistentes—, sintió la necesidad de cambiar inexcusablemente el sino de su existencia.

Entonces, abrió la ventana y dijo: «deshágase la luz»; y la ciudad quedó a oscuras como en la más común de las noches. «No más ese horrible firmamento y sus malditas estrellas», y todo lo que le rodeaba se desvaneció en el acto para dar paso a la nada... Allí quedó, eternamente complacido de reinventar su suerte.

  • Publicado el

Cósmico

Cuando las computadoras de la Nasa tradujeron a imágenes los registros de cientos de telescopios y radiosondas instalados en lejanos puntos de nuestra Galaxia, los científicos pudieron ver en sus monitores, en vivo y directo, que el Universo es finito y tiene forma de cucaracha. Las pantallas mostraron, también, que una colosal masa de materia oscura, sospechosamente parecida a un zapato, se aproxima desde el fondo en inevitable rumbo de colisión.

  • Publicado el