El gusano
El gusano asomó, entre bostezos, y en voz apenas audible dijo algo que no entendí, guiñó un ojo y me lanzó un besito muac.
Lo aplasté con la uña y acabé el melocotón. No hallé hermanos que le lloraran.
El gusano asomó, entre bostezos, y en voz apenas audible dijo algo que no entendí, guiñó un ojo y me lanzó un besito muac.
Lo aplasté con la uña y acabé el melocotón. No hallé hermanos que le lloraran.